Materia para reflexionar

Llevamos décadas hablando de ello, pero, al fin, la idea de una economía basada en el hidrógeno ya no es una quimera. En el Reino Unido, Alemania, Francia y otros países, algunos autobuses ya funcionan con hidrógeno.

La gran ventaja del hidrógeno es que, cuando se usa como combustible, solo produce vapor de agua. Nada de CO2 ni ningún otro gas potencialmente nocivo. Los vehículos de hidrógeno son, por tanto, mucho mejores para la calidad del aire en las áreas urbanas.

La industria química está apoyando con fuerza el desarrollo de una economía basada en el hidrógeno, y aquí INEOS puede contribuir muchísimo. En la actualidad, la compañía produce 250.000 toneladas de hidrógeno anuales. Es un derivado de la producción de cloro y del craqueo de gas y petróleo para la fabricación de olefinas y polímeros. En la actualidad, usamos el hidrógeno para eliminar el azufre del petróleo, como materia prima de otros procesos químicos o como combustible en nuestras plantas.

Una vez generado, el hidrógeno puede almacenarse bajo tierra de la misma forma en que hoy en día almacenamos el gas natural. INOVYN lleva décadas usando las cuevas de sal de Cheshire (Reino Unido) para almacenar hidrocarburos, y recientemente ha recibido fondos públicos para llevar a cabo un estudio de viabilidad de nuevos métodos de generación y almacenamiento de hidrógeno, incluido un plan para construir unas instalaciones de almacenamiento de energía power-to-gas de 100 MW en Runcorn.

Tenemos la oportunidad de desarrollar una infraestructura energética fundamental para el país, ya que permite reducir enormemente los costes en comparación con los sistemas de almacenamiento en superficie. Podríamos incluso construir cuevas de sal a medida como parte de nuestro plan de economía verde.

El Grenadier, el nuevo 4x4 de INEOS, podría funcionar con hidrógeno.

Las pilas de combustible son como un cruce entre un motor de combustión interna y una batería.

Al igual que el motor de combustión interna, generan energía a partir del combustible almacenado en un depósito, solo que, en este caso, el combustible es gas de hidrógeno presurizado en lugar de gasolina o gasoil. Pero, al contrario que un motor, la pila de combustible no quema el hidrógeno. En su lugar, lo combina químicamente con el oxígeno del aire para generar agua. En el proceso, que recuerda a lo que sucede en una batería, se genera electricidad, que se usa para alimentar uno o varios motores eléctricos que pueden impulsar un vehículo. El único residuo que se genera es agua, y es tan pura que incluso puede beberse.

Las pilas de combustible son como baterías que jamás se agotan. En lugar de consumir lentamente los productos químicos que contienen, como sucede con las baterías normales, las pilas de combustible funcionan con un suministro estable de hidrógeno y producen electricidad mientras quede hidrógeno en el depósito.

El equipo de desarrollo del Grenadier ha recibido una subvención de 124.000 £ del gobierno británico para evaluar el uso de las pilas de combustible de hidrógeno para propulsar vehículos.